Samia Gamal

Artista única y de gran influencia en generaciones posteriores, llevó la danza oriental a Hollywood y a las escuelas de Europa. Nacida como Zaynab Ibrahim Mahfud en 1924 en el pequeño pueblo egipcio de Wana, se trasladó con su familia al barrio cairota del famoso bazar Khan el Khalili. Años más tarde el destino hizo que fuera presentada a la gran Badia Masabni una libanesa que llevó el baile árabe a los escenarios y que estaba buscando nuevos talentos. Ella fue la que al integrarla en su grupo le dio el nombre artístico de Samia Gamal. Se cuenta que en su primer solo olvidó la coreografía y tras el abucheo del público y llena de pánico fue obligada por el coreógrafo a volver a salir, comenzó a improvisar y desde ese momento fue aclamada por el público. Badía la contrató como solista una vez por semana, y este fue el principio de su carrera. En este mismo casino (el famoso Casino Opera) encontró al músico de laúd Farid el Atrash, se enamoraron y el compuso músicas para ella, siendo la protagonista además de muchas de sus películas de gran éxito en los paises árabes.

Este romance no llegó a buen término, se separaron y perseguida por la prensa se fue fuera de Egipto. Con Fernandel rodó Alí Baba y los 40 ladrones y con Robert Taylor La Vallata dei rei (). Se casó con el influyente norteamericano SheppardKing, que por ella se convirtió a la fe islámica. Esto no duró mucho, volvió a El Cairo y siguió trabajando con Farid. En 1958 se casó con el actor egipcio Rushdi Abaza y nació su hija Quismet. Tras 17 años se divorció y también se retiró de la escena a pesar de las múltiples ofertas de Europa y América para enseñar. Se sentía artista e intérprete más que maestra.

Murió el 1 de diciembre del 1994 en El Cairo, su herencia son más de 80 películas como protagonista. Su estilo de baile único con influencias clásicas (después de haber visto al ballet Bolshoi de Moscú), sus típicos arabescos, giros y variados movimientos con los brazos, la danza con el velo (que entonces no se usaba)... son elementos importantes en su estilo y que inspiraron a las siguientes generaciones de bailarinas.

Fuentes: Barbara Luesher Aisha y a la página web de la bailarina Esmeray.